martes, 27 de diciembre de 2011

Día Quinto: Algo que compartir...

   

       Hace tiempo que no vengo a vuestro encuentro, necesitaba estar a mi aire. Mentor como siempre no entiende, pero respeta mi decisión. Hoy ha llegado de sus quehaceres con un hallazgo.... con algo en qué pensar y sobre lo que reflexionar, algo tan sencillo en su funcionamiento, pero tan complicado en su resultado.
       Es una carta dirigida a los Reyes Magos, una carta como tantas que en estos días navideños todos envían a esos seres de los que todos hablan pero nadie conoce. Me da el sobre y me quedo mirando sin entender nada, si hay algo que no soy es Rey y mucho menos Mago, pero insiste y abro el sobre. Su lectura es una ráfaga de aire fresco... así que me he tomado la licencia de transcribírosla.... sin ninguna pretensión y sin esperar nada, solo que algo de lo que hay en ella permanezca.
      Aquí os la dejo:


       "¡Queridos reyes maaaagos!":
   Este año, dificilísimo año, he sido ¡muuuuuy bueno!
   En la distancia, y muyyyy lejos de la gente que quiero, y de la tierra que me ha visto nacer, he sufrido un gran desencanto ideológico, producto de la grave crisis económica que nos azota. He visto como en nombre del sacrificio colectivo, se han recortado derechos que se presumían adquiridos por la lucha de muucha gente que, en su momento creyeron fervientemente que la vida de las gentes de este país, podía ser muuucho mejor.
   Se han congelado pensiones, empeorado servicios sanitarios y educativos, han subido los precios de todo, me han bajado el sueldo, lo que interpreto como un señalamiento con el dedo, que me hace culpable de la situación, por el status, según ellos, de privilegio en el que me encuentro.
   Y digo yo, cuando me pasaba las horas encerrado en una habitación, invirtiendo en "un futuro mejor”, con lo amargo del camino que libremente elegí, otros optaron por ganar dinero lo antes posible. Ahora ellos, como la cigarra de la fábula, necesitan ayuda. Yo interpreto el papel de la hormiga y claro, es innegable que hay que tender la mano a quien lo necesita, pues así me lo han enseñado los maestros de la educación de mi familia,(mi abuela, mi madre...); pero es imposible no pensar, que en aquella habitación, salvo mi círculo más cercano, nadie me echaba en falta en el mundo, seguía girando sin mí, y mucho menos picaron a la puerta para preguntar si mi familia o yo necesitábamos ayuda.
    Y por si fuera poco, esos, que han violado todo aquello en lo que creían, nos echan en manos de la derecha más dura que nos podíamos echar a la cara. Pero la mayor herencia que "tú" me has dado en vida, es mantenerse fiel a lo que uno cree que es justo, y por ello nunca dejaré de ser solidario, generoso, respetuoso, educado, "honrado", y no importa lo que me bajen el sueldo o los km. que haya que hacer para ir al hospital, no serán capaces de engañarme, con ese aire de oráculos y gente preclara.

   A sus majestades, no les pido nada en concreto para mí, en todo caso, no se preocupen , pues en mi casa también nos enseñaron a conformarnos cuando las cosas no podían ser, pues ya desde pequeñitos nos enseñaron a gestionar la "frustración" de la que hoy tanto hablan los psicólogos infantiles, para enmascarar un problema que no se explica así, sino que es pura y llanamente mala educación, algo que nos ha llevado a esta situación, y por lo que yo no me siento culpable de la crisis, pues:
   ¡A EDUCACIÓN, NO ME GANA NADIE!"